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¿Terapia? Sí la necesito

Publicado por Neje Binoi en

Lo primero que nos inhibe para tomar terapia es nuestra propia concepción de la misma. Creemos –por razones culturales– que hay que estar algo “locos” para convertirnos en pacientes. Nos cuesta mucho darnos cuenta que la psicoterapia es para todos y no sólo para algunos con problemas especiales. Lo normal es estar confundido a veces, ansioso, estresado por nuestras relaciones familiares o de pareja, por nuestras carreras y muchos temas más. En realidad, la única condición para ir a terapia es ser un humano “normal”. El concepto de normal para un terapeuta es distinto y más amplio que el de la sociedad en general. Los psicoterapeutas no juzgan nuestra ansiedad, pasado, sexualidad, traumas ni intereses. Su propia formación hace a un lado sus propias concepciones y las de los demás, no les asusta sino les intriga y motiva cuán humanos somos en realidad. Ésa es la principal razón por la que se convierten en terapeutas, su interés está en la salud mental, en ayudar a estar bien y ser uno mismo.

Hay un costo y suele creerse que es una fortuna. En lugar de terapia podríamos salir y gastar ese dinero con los amigos que es al mismo tiempo mucho pero no suficiente. Atenderte realmente depende del valor que des a la salud. Este es su punto, que valores tu bienestar y lo procures. La terapia es valiosa porque muchos de nuestros problemas no los hemos comprendido ni reconocido emocionalmente, junto con comprender cómo funciona nuestra mente. ¿Qué queremos? ¿Qué nos asusta? ¿Por qué actuamos cómo lo hacemos? ¿Por qué nos agobian algunos sentimientos? El objetivo de la terapia es el autoconocimiento.

Hablando mucho con alguien que nos escucha atentamente durante semanas, llegamos a comprender y conocer emociones que habitan dentro de nosotros. Los patrones comienzan a ser obvios, nuestra forma particular de relacionarnos o lidiar con el fracaso, nuestros recurrentes y nada saludables sentimientos de celos, algún tema añejo con nuestros padres o hermanos, todos estos y más son la materia de una psicoterapia.

Saber cómo vivir no es un instinto, no nacemos sabiendo cómo hacerlo; saber cómo vivir es una habilidad. Uno de los lugares donde se puede aprender es el extraño –en apariencia– pero en realidad muy normal y productivo ambiente de un consultorio terapéutico. No es un señal de perturbación ir a terapia, es la primera señal de cordura y un compromiso propio de un adulto con su salud mental.

En Neje Binoi los tratamientos incluyen terapia individual que atiende particular y específicamente lo que cada paciente necesita. Se ofrece en espacios sumamente cuidados y reconfortantes para facilitar la adherencia al proceso. Además, ésta esta disponible y programada durante la estancia del paciente.

Después de entrar a Neje Binoi se sabrá aprovechar cualquier proceso terapéutico y propiciar cuando sea necesario con la normalidad y sanidad de una persona que sabe que para ser humano también es perfectamente normal buscar siempre ayuda.

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